La pasada semana visitamos algunas de las más de 100 bodegas excavadas en la tierra de la villa de villamartín.
Estas construcciones realizadas siguiendo una arquitectura típica denominada arquitectura enterrada o troglodita, aprovecha los recursos naturales, para obtener una temperatura interior estable que varía entre 17 y 23ºC a lo largo del año.Bajando por sus empinadas y desgastadas escaleras, íbamos notando como aumentaba de forma considerable la humedad, que suele ser del 50%. Estas condiciones de tª y humedad consiguen hacer de estas cuevas un lugar ideal para el almacenamiento de los vinos. Una vez en su interior, si mirábamos hacia arriba se veía la característica chimenea solar de estas construcciones, de más de 25 metros con salida al exterior, que facilita la aireación de la cueva. Este tipo de construcción tiene, además, muy poco impacto medioambiental durante su construcción (excavación) y su uso.
En la antesala de una de las bodegas visitadas pudimos apreciar el interés de la gente de estos lugares por su historia y sus costumbres. Pudimos ver botellas de barro que se usaban para mantener el agua caliente para irse a dormir, todo tipo de aperos de labranza del siglo pasado, utensilios de ebanistería, pesas romanas, y un sinfín de herramientas y artilugios que utilizaban nuestros abuelos, que nos hacían pensar más en un museo de nuestra historia, que en una vivienda del siglo XXI. Todo un lujo
Publicado por: Ana
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